Viaje express

Después de posponer este viaje por algún tiempo, por fin lo decidí, le puse fecha y comencé a hacer la mochila. Un lugar no muy lejos de casa, pero con una belleza maravillosa, mis expectativas de la montaña no eran las de encontrar nieve o ver algo deslumbrante, solo conocer, respirar tranquilidad entre los arboles bajo un techo de estrellas.

Invite algunos amigos sin recibir ningún «Si», pero esta vez no me detendría. Había estudiado la ruta, tenia todo el equipo de montaña en la mochila y la camioneta lista, ¿Por que detenerme?. Termine las ultimas actividades que los negocios me exigían el sábado por la mañana y partí, seria un viaje de cinco horas y media, mis expectativas de la distancias eran que quizá resultaría fatigado por el viaje, pero antes de volver a pensar eso ya estaba en el camino de terracería hacia la montaña.

Comencé a ascender y en los primeros kilómetros encontré un coche a media terracería, pregunte si todo estaba bien y pase delante del coche que se había quemado, luego pensé que eran muchos y quizá no tendrían forma de moverse hasta la zona de acampado, me ofrecí a llevarles y esto fue el comienzo de una gran aventura para todos que resumiré en fotografías. Pero antes de ello debo contar que algo que normalmente me pasa es que la mayoría de personas me miran anormal cuando menciono que voy solo a alguna montaña o hago algún viaje, la verdad es que decir «solo» es por que parto de mi cotidianidad solo, pero nunca esto solo, hay un montón de gente ahí afuera esperando para contarte su maravillosa historia y recorrer algún camino junto a ti. Estar solo no siempre significa que te metes en una montaña o en un avión sin hablar con nadie, en la mayoría de mis viajes «solo» he pasado tiempo con personas extraordinarias.

Las fotografías fueron tomadas en el Parque Nacional Nevado de Colima.

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